Vingt-8 es de esos relojes difíciles de olvidar. Y es que esta creación del finlandés Kari Voutilainen, se caracteriza por una manera diferente de mostrar el tiempo, conocida como System 2. ¿En qué consiste? La verdad es que es bastante peculiar. En cada hora, las agujas del reloj y los minutos se superponen. Y cuando marca cada media hora, se sitúan en puntos opuestos.
Hay que destacar que el ángulo entre ambas manecillas siempre se mantiene igual. Esto quiere decir, que el minutero gira al mismo compás que las agujas de las horas. Este extraño comportamiento, establece una relación más íntima entre el reloj y su portador.
Según ha confesado Voutilainen, Vingt-8 está inspirado en la llamada Economía del Comportamiento, una teoría del psicólogo Daniel Kahneman, Premio Nobel de Economía. Con este título, describe el comportamiento humano, basado en dos conceptos: el System 1 y el System 2.
Voutilainen usa este punto de vista para desarrollarlo en el Vingt-8. Según este código, el System 1 sería la manera convencional de mirar la hora a simple vista. Por el contrario, el System 2 muestra el tiempo de manera completamente diferente, ya que se tarda algunos segundos más para interpretar la hora. Este método implica un vínculo muy especial con el reloj.
Su moderno mecanismo llega alojado en un elegante estuche. El movimiento del Voutilainen Vingt-8 ha sido construido en su totalidad, en los talleres de la manufactura escandinava. Una de sus singularidades, es que incorpora una extraña rueda de balance. Además, la espiral del volante que se ha usado es espectacular.
Si echamos un vistazo al exterior del muelle, nos encontraremos con una clásica bobina Phillips. Pero sin duda, es el escape, lo que hace de este movimiento un mecanismo excepcional. Se trata del primer reloj que integra dos ruedas de escape. Este escape no solo es altamente eficiente, sino que necesita bastante menos energía que los de toda la vida.
La rueda de volante destaca por su belleza, y nos permite admirar el volante con total intensidad. Asimismo, sorprende el trabajo tan detallado de acabado que se ha realizado tanto en la platina principal, como en los puentes. De hecho, todas las piezas están pulidas a manos.
Las carátulas plateadas del Voutilainen Vintg-8 están primorosamente decoradas con motivos guilloché. Las manecillas y los números son de oro blanco, aunque hay otro modelo con una espectacular carátula azul. La correa de cocodrilo, con pespuntes a mano y hebilla en oro blanco, termina de completar el conjunto.
