Uno de los relojes más brutos que jamás se han fabricado es el Deep Sea Special de Rolex, una versión limitadísima capaz de dar la hora en la fosa de las marianas a más de 12.000m de profundidad.
Otro caso extremo nos lo trajo hace unos años la casa relojera Kaventsmann con su reloj de súper durabilidad llamado Triggerfish Bronze A2, toda una excentricidad que atrae miradas y que de seguro se convertirá en el favorito de los famosos ‘preppers’ en breve.
Probado ante una fuerte explosión ocasionada por unos cuantos kilos de C4, los miembros de las ‘Fuerzas Especiales Estadounidenses’ quedaron atónitos luego de ver que el reloj solo presentaba unos cuantos rasguños en el cristal luego de tan fuerte test, el cual hubiera volado en mil pedazos, literalmente, una casa o un auto.
No hablaré en esta ocasión de su estética ni de sus funciones, ya que son bastante sencillas y no hay mucho que resaltar; lo que si vale la pena mencionar es que su hermeticidad es hasta los 3 mil metros, perfecto para los buzos profesionales y los amantes de romper records acuáticos.
Serán solo unos pocos los afortunados en poseer tan rústica pero resistente pieza de tiempo, ya que solo cinco unidades salen de la línea de producción cada mes, y, al parecer, solo 30 serán hechas a lo largo del 2013.
Basta con ver su grosor para saber que no es un reloj ordinario, pero quién se imaginaría su peculiar bondad…