Joby es una de las primeras compañías, que han apostado fuerte por introducir en el mercado aviones propulsados con motores eléctricos. El último modelo en incorporarse a la “familia”, es el Joby S4: un avión privado con motor eléctrico que despega en vertical.
El S4 es un jet de cuatro plazas inspirado en el diseño de los drones, que cuenta con una característica muy particular. Y es que no necesita ninguna pista para despegar o aterrizar, ya que incorpora el sistema VTOL (vertical take off and lansing), que le permite realizar estas operaciones en vertical.
Esta empresa ya ha fabricando anteriormente otros vehículos parecidos, aunque más pequeños, que incluso están siendo usados por la NASA. En este caso, Joby S4 está a camino entre un avión y un helicóptero, y viene propulsado por 12 hélices con sus respectivos motores eléctricos.
La gran ventaja de este avión llega en el momento de realizar el despegue o aterrizar. Para poder despegar en vertical, despliegan las doce hélices que están distribuidas de la siguiente manera: 4 en cada ala y otras 4 en la cola (diseñada en forma de V). Cuando el S4 alcanza la velocidad de crucero, las hélices se repliegan y el jet privado se mueve con los motores eléctricos.
Una vez que las hélices están abiertas, se pueden ajustar, lo que permite al piloto tener un mayor control de la aeronave. Con este sistema de propulsión, totalmente limpio y no contaminante, se consigue un medio de transporte aéreo más rápido y eficiente, reduciendo de forma considerable el consumo de energía durante todo el trayecto. Además las baterías que se usan son de polímero de litio.
El fabricante espera que en un futuro, las personas puedan moverse con aviones, en lugar de utilizar coches, ya que como medio de transporte es rapidísimo, pues en este caso el Joby S4 alcanza una velocidad de 320 km/h y encima consume cinco veces menos que un coche. El problema por ahora es el precio, que no está al alcance de cualquiera: 180.000 euros.
Se espera que el Joby S4 llegue al mercado de aquí a seis años. Mientras llega, nos podemos conformar perfectamente con su “hermano pequeño”, el S2.