El iPhone 8 sigue dando mucho que hablar en la Red. Son numerosos los rumores que salen cada día sobre el futuro smartphone de Apple. Y todos ellos coinciden que traerá importantes cambios, no solo en lo que se refiere al hardware, sino también a nivel estético.
Sin duda una de las novedades más sonadas es la incorporación de una pantalla OLED curva (2800 x 1242 píxeles), como las que llevan los Samsung Galaxy S7 Edge. Una alternativa que ya se venía barajando hace tiempo.
El próximo iPhone 8, se espera que sea al primer smartphone de la compañía en contar con una pantalla de “borde a borde”, con los mínimos marcos posibles. Así se aprovecharía más del 90% del frontal del terminal. Esto le permitiría tener una gran pantalla de 5,8 pulgadas.
Claro que las 5,8 pulgadas no estarían completamente disponibles para su uso, ya que se introduciría una nueva zona de control, que iría implementada en la parte inferior del teléfono móvil, dónde contaríamos con varios menús con diferentes opciones. Finalmente la parte útil de la pantalla quedaría reducida a las 5,15 pulgadas.
En la pantalla estará integrado el nuevo sensor de huellas dactilares. Esto hará que el clásico sensor TouchID desaparezca.
Otro punto clave en el diseño del nuevo iPhone 8, es la posibilidad de incluir un conector USB-C, que ya podemos ver tanto en los nuevos MacBook Pro.
Algo que en principio haría desaparecer el conector Lightning, lo cual nos parecería una decisión cuando menos extraña, ya que sería como renunciar al control de una parte crucial del diseño. Otras voces hablan de que se va a mantener el Lightning, cambiándose el USB-A que se utiliza para conectar el cable al adaptador, por un puerto USB-C. En todo caso, tendremos que esperar para ver cuál opción será la elegida por Apple.
El iPhone 8 probablemente estará fabricado en acero inoxidable y tendrá en los laterales varios sensores, que reemplazarán a los tradicionales botones. Se piensa que este nuevo modelo de Apple tendrá un coste de unos 1.000 dólares (casi 930 euros al cambio).