El pasado mes de enero tuvo lugar en París, la subasta de uno de los mejores deportivos de la historia, el Ferrari 335 S Spider Scaglietti, que se convirtió en uno de los coches más caros del mundo.
La subasta se celebró durante el Salón Retromobile 2016 que se realizaba en la capital francesa y fue organizada por la Galería Arturial. El afortunado comprador (todavía en el anonimato) de esta joya automovilística, desembolsó la friolera de 32.100.000 euros. Aunque la puja comenzó por 20 millones de euros, muy pronto alcanzaría los 26 millones, hasta que finalmente llegó a la cantidad final.
Estamos hablando de uno de los modelos más emblemáticos de la conocida marca italiana, que salió de fábrica en 1957, preparado como coche de carreras, llegando a ganar en Cuba, Suecia y Venezuela. Incluso logró la vuelta más rápida en Las 24 Horas de Le Mans, al alcanzar los 200 km/h, todo un hito en aquella época.
El Ferrari 335 S Spider Scaglietti en un principio contaba con un motor V12 de 3,8 litros, que podía alcanzar los 360 caballos de potencia. Posteriormente regresó a fábrica, dónde se le aumentó el motor hasta los 4.1 litros, lo que le permitió llegar a los 300 km/h. Desde ese momento pasó a denominarse 335S.
Este clásico del Cavallino Rampante es sinónimo de lujo y exclusividad. Durante su existencia ha pasado por diferentes manos. El último propietario fue Pierre Bardinou, un conocido coleccionista de Ferrari, que tiene más de 40 modelos en su poder.
Mas que un súper deportivo de lujo, el Ferrari 335 S Spider Scaglietti es todo una obra de arte. El año pasado el coche más caro fue también un Ferrari, el 290 MM, que llegó a conducir Manuel Fangio en 1956 en la Mille Miglia, y que fue subastado por Sotheby’s, por 25,4 millones de euros.