La prestigiosa firma británica Arnold & Son vuelve a sacarse de la chistera otra obra maestra de la alta relojería. Sus relojes se caracterizan por incorporar grandes complicaciones, sin perder ese toque original que los convierten en auténticas piezas de coleccionista. Y Golden Wheel es sin duda un fiel reflejo de esta filosofía, que tan buenos éxitos le ha proporcionado a la manufactura fundada en 1764.
Se trata de la primera ocasión que Arnold & Son incluye en el mismo reloj, las horas saltantes y la complicación de segundos muertos. El Golden Wheel forma parte de la Colección Instrument, que está inspirada en los relojes que tuvieron su origen en la cronometría.
Este guardatiempo llega con una caja de oro rosado de 18 quilates, con un diámetro de 44 mm. La pantalla viene con cristal de zafiro con tratamiento AR y se puede sumergir en agua hasta los 30 metros de profundidad.
En cuanto al mecanismo, se trata de un calibre automático A&S6018 patentado por Arnold & Son, tiene 232 componentes y 29 rubíes, y cuenta con una reserva de marcha de 50 horas. El movimiento ha sido tratado con paladio y está decorado completamente a mano.
El arco de madreperla muestra la hora actual y los discos de zafiro que lucen numerales negros, dan la impresión de estar flotando. Las flechas presentes en los discos horarios, se encargan de marcar los minutos ubicados sobre el arco de las horas. La visualización de los segundos muertos se realiza a través de los enormes puntos situados en el anillo exterior.
Esta magnífica pieza viene acompañada de una correa de aligator negra o en tono café, que incluye una hebilla de oro rojo. El Golden Wheel de Arnold & Son llega en una producción limitada a 125 ejemplares. El precio de cada pieza asciende a casi 45.000 euros.