Hoy nos vamos de viaje a la bella Italia, que como ya sabrás, está llena de lugares maravillosos para pasar unos días de vacaciones. Y sin duda La Toscana es uno de esos rincones llenos de magia, que vale la pena visitar. En esta región situada al noroeste del país transalpino, nos vamos a encontrar con la localidad de Civitá di Bagnoregio, apodada “la ciudad que se muere”. Se trata de un pequeño pueblo de estilo medieval, donde el tiempo parece que se haya detenido.
En lo alto de una montaña de esta ciudad, a más de 400 metros de altura y rodeado de barrancos de arcilla, emerge imponente el Domus Civita. Un hotel que en el siglo XIV había servido como refugio y que hoy en día ha sido restaurado por el arquitecto Patrizio Fradiani, para convertirse en un particular establecimiento hotelero.
Para mantener todo su encanto y valor histórico, se han conservado la gran mayoría de elementos originales. Esta especie de hotel-cueva, aunque no lo aparente externamente, tiene todo lo que necesitas para pasar unos días de ensueño.
Y es que por dentro está decorado a todo lujo. Cuenta solamente con 3 habitaciones, todas con baño privado. Además dispone de 2 cocinas en el interior y otra afuera. A esto hay que añadirle un estudio con varias camas- En conjunto el Domus Civita tiene capacidad para alojar hasta 8 personas.
Uno de los grandes atractivos de este hotel, son sus 9 cuevas, a cada cual más sorprendente. En una de ellas vamos a toparnos con una exclusiva bodega al servicio de sus huéspedes. Otra nos ofrece una espectacular piscina climatizada con jacuzzi.
En cuanto al resto, están dedicadas a acoger todo tipo de obras de arte italiano. También podrás disfrutar de un hermoso jardín para relajarte, una barbacoa al aire libre para compartir una buena cena con los amigos y una sala de estar en plena naturaleza.
Hay que señalar, que el Domus Civita mantiene una estrecha colaboración con los Chefs del restaurante La Parolina, galardonado con una Estrella Michelin. Cada cierto tiempo, los clientes del hotel pueden participar en una clase de cocina especial, que imparten estos maestros de los fogones en el mismo establecimiento.
Si quieres hacer una reserva, tendrás que entrar en el sitio web del Domus Civita y armarte de paciencia. Y es que es muy difícil coger una de sus tres habitaciones, porque la lista de espera es larguísima. Pero sin duda, vale la pena.