El oro es un material valorado por su belleza y durabilidad, pero no todo el oro es igual. Cuando escuchamos términos como 14k, 18k o 24k, nos referimos a la pureza del oro, que se mide en quilates. Entender la diferencia entre estos tipos de oro te ayudará a tomar decisiones más informadas al elegir joyas.
El oro de 24 quilates (24k)
Es el más puro que puedes encontrar. Esto significa que contiene un 99,9% de oro, sin mezclas de otros metales. Su color es un amarillo intenso y es muy suave, lo que lo hace más vulnerable a los arañazos y menos adecuado para joyas que se usen a diario. Su precio es generalmente más alto debido a su pureza, pero no siempre es la opción más práctica.
El oro de 18 quilates (18k)
Es una opción muy popular en joyería de lujo. Este tipo de oro tiene un 75% de oro puro mezclado con un 25% de otros metales, como cobre o plata. Esta combinación lo hace más resistente y adecuado para el uso diario, sin sacrificar demasiado la apariencia dorada. Su color sigue siendo muy llamativo, pero menos intenso que el de 24k.
El oro de 14 quilates (14k)
Contiene un 58,3% de oro puro y un 41,7% de otros metales, lo que lo convierte en la opción más duradera y asequible. Su color es menos amarillo, pero sigue manteniendo el brillo característico del oro. Al ser más resistente, es ideal para anillos, cadenas y pulseras que se usan con frecuencia.