El próximo miércoles comienza La Superyacht Cup Palma, la Competición de Yates de Vela más Lujosos del Mundo, que tendrá lugar durante los días 17, 18, 19 y 20 de junio, en El Moll Vell de Palma. Se trata de la regata con más tradición en el continente europeo, que este año cumple su XIX Edición, con la presencia de 21 espectaculares barcos.
Como cada año, la Bahía de Palma acoge la SYC Palma 2015, que reúne a prestigiosas embarcaciones procedentes de doce astilleros, para disputar una de las regatas con más relevancia a nivel mundial. Los yates participantes tienen hasta 60 metros de eslora y proceden de países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Holanda y España, entre muchos otros. Los primeros premios serán muy disputados en cada categoría, teniendo en cuenta el elevado nivel de los tripulantes, que cuentan con amplia experiencia en competiciones de alto nivel.
La Superyacht Cup Palma convierte por unos días a Palma en la “capital mundial de la vela”, y un destino turístico muy llamativo, especialmente para los amantes de la náutica, que genera unos ingresos superiores a los cuatro millones de euros. Además son cuatro días en los que la ciudad se vuelca por completo en esta exclusiva competición, generando numerosos puestos de trabajo, lo que incide de forma muy positiva en la economía local.
Solamente en el sector náutico de la isla, La Superyacht Cup Palma llega a mover cerca de mil personas, entre regatistas, organizadores, trabajadores y demás personal, sin contar los cientos de curiosos que se acercan a Palma, atraídos por esta cita de ámbito internacional.
Pese a que la regata dura solamente cuatro jornadas, los participantes están en Palma con muchos días de antelación, durante los cuales gastan bastante dinero en los diferentes servicios que ofrece la isla, sobre todo en establecimientos gastronómicos. Como media, los turistas permanecen en Palma de Mallorca alrededor de los diez días.
Igualmente muchas embarcaciones que participan en La Superyacht Cup Palma, aprovechan su estadía para realizar reparaciones en el Puerto de Palma, lo que provoca que la estancia se pueda alargar hasta los cien días.