En contadas ocasiones uno se puede topar con un vehículo realmente único, como el Cadillac “Cad Attack”: un coche de ensueño al alcance de muy pocos. Se trata de una creación de Greg Westbury, que lo diseñó para regalárselo a su padre por su cumpleaños, y como podrán ver no escatimó ningún esfuerzo, para convertirlo en una auténtica joya de coleccionista.
Partiendo de un Cadillac Series 62 Convertible de 1949, Westbury fue reconstruyendo o reemplazando cada pieza, incluyendo la espectacular carrocería hecha a mano. La parte frontal es de un Cadillac Seville del 79, que ha sido adaptado al chasis original. Es por eso que el capó es un poco más largo de lo normal.
Otros detalles que no pasan desapercibidos, son el parabrisas de una única pieza hecho a medida y la parrilla completamente personalizada. Los faros delanteros son de Mercedes-Benz, el parachoques tanto delantero como trasero de un Chevy del 56 y las luces traseras están sacadas de un Cadillac del 91.
Este elegante y lujoso Cadillac, apodado “Cad Attack” por su creador, cuenta con una cubierta de techo removible, mientras que en el habitáculo sobresale el tapizado de paño en tono gris claro, que también ha sido hecho a medida, para que combine con los asientos y los paneles internos.
Bajo el capó nos encontramos con un impresionante motor V8 con transmisión automática 700-R4 y una potencia de 400 CV. Cuenta además con suspensión frontal independiente y suspensión trasera con muelles helicoidales. La distancia entre los ejes es de 3,2 metros. Todo el conjunto viene montado sobre llantas Foose de 18 pulgadas por delante y de 20 pulgadas atrás, disponibles en neumáticos BFGoodrich Z rated.
El Cadillac “Cad Attack” ha sido el único coche que ha logrado ser dos veces portada de la revista “Custom Rodder”. El pasado mes de noviembre fue vendido por 71.500 dólares (casi 68.000 euros al cambio) en una subasta de RM Auctions.