Desde que el Concorde nos dejó en 2003 los vuelos intercontinentales están huérfanos y resulta extraño que con tantos avances todavía no haya sustituto para un avión que nació en los años sesenta.
La Agencia Espacial del Reino Unido acaba presentar sus planes de un «avión espacial» de alta tecnología capaz de cruzar el Atlántico a la velocidad del rayo, y podría estar en los cielos en 2030.
El director general de la Agencia Espacial Británica, Graham Turnock, anunció que el Reino Unido colaborará más estrechamente con Australia en un acuerdo de «puente espacial pionero en el mundo», que se centrará en la creación de un avión para transportar pasajeros de un continente a otro en sólo cuatro horas. Los vuelos de Londres a Nueva York se reducirían a 60 minutos.
Todo ello gracias a un nuevo motor hipersónico SABRE (Synergetic Air-Breathing Rocket Engine), que los científicos de Reaction Engines están desarrollando actualmente. Alimentado por una combinación de hidrógeno y oxígeno, el SABRE es capaz de impulsar un avión a Mach 5,4 para viajes comerciales rápidos o a Mach 25 (19.000 mph) para volar en el espacio. Además, se supone que es más ecológico y barato que los viajes aéreos actuales.
Uno de los retos del vuelo hipersónico es garantizar que el motor pueda soportar el calor -viajar tan rápido puede hacer que el propio motor se funda-, pero SABRE enfría el aire entrante con diminutos tubos de helio superenfriado y luego utiliza ese calor capturado para alimentar el motor.
El gobierno ya ha invertido 60 millones de libras esterlinas (unos 74 millones de dólares al cambio actual) en SABRE, que han sido igualados por Rolls Royce, BAE Systems y Boeing.