La primera patente del futbolín la encontramos en Inglaterra en el año 1921 aunque la versión que todos conocemos la inventó el español Alejandro Finisterre en 1937, se trata de un juego humilde que ganó popularidad en los bares y finalmente se ha extendido por todo el mundo. Hay muchas versiones pero quizás la más extraña y exclusiva sea la que os traemos hoy, el futbolín VVT de Louis Vuitton que básicamente es el mismo de siempre pero de Louis Vuitton.
Lo cierto es que no está hecho de trozos de madera como el original si no que está realizado con un meticuloso trabajo artesanal, con jugadores pintados a mano y asas recubiertas de piel de vaca. Esta imponente pieza de la legendaria marca francesa, que cuesta 87.000 dólares, está realzada por sutiles símbolos de la Casa Louis Vuitton, como las monedas contadoras inspiradas en la Flor del Monograma y un grabado de la firma LV.
Si no tienes tanto dinero pero sigues enamorado de él afortunadamente hay otra versión más baratita que cuesta algo menos de 71.000 dólares.
Disponibles en las clásicas texturas Monogram o Damier, en piel Epi de colores vivos o en piel de vaca teñida de forma natural, los futbolines Louis Vuitton son verdaderas piezas de colección creadas con la máxima perfección. Ya sabes, de esas cosas que «se ven pero no se tocan»
