Ya han pasado seis años, pero parece que fue ayer cuando se dio a conocer en el Salón del Automóvil de París 2010, el Lamborghini Sesto Elemento, todo una pieza de coleccionista. Y es que este superdeportivo atrajo todas las miradas desde el primer instante.
¿Quién se puede resistir a una maravilla como ésta? Mejor habría que decir… ¿quién puede permitirse un espectacular deportivo, con un precio tan prohibitivo como el del Lamborghini Sesto Elemento?
Más de 2,5 millones de euros cuesta tener en tu garaje un ejemplar de este exclusivo Lamborghini. Pero tener este dinero tampoco te asegura hacerte con un ejemplar de los 20 modelos que existen en todo el mundo, salidos de la factoría de Sant’Agata Bolognese.
Obviamente estamos ante la edición limitada más exclusiva de la firma italiana. Recuerda que el gran protagonista de este súper deportivo es el carbono. De ahí el nombre de “Sesto Elemento”, que hace referencia al puesto que ocupa el carbono en la tabla periódica.
Está aleación de fibra de carbono fue patentada bajo el nombre de “Forged Composite” y proporciona al Lamborghini Sesto Elemento, una robustez, seguridad y ligereza muy particular. El chasis, el frontal la carrocería, las suspensiones y las llantas, son solo algunos de los componentes de este superdeportivo que están fabricados en fibra de carbono.
Pese a tener un peso de 999 kilos, el Lamborghini Sesto Elemento se mueve con la agilidad de una pantera, gracias a la potencia que le proporcionan sus 570 CV y 540 Nm de par motor. Si pisas a fondo el acelerador, será capaz de alcanzar una velocidad punta de 350 km/h, acelerando de 0 a 100 km/h en solo 2,5 segundos.
En su momento el Sesto Elemento costaba alrededor de los 2 millones de euros. Pero hoy en día se ha revalorizado considerablemente. En estos momentos, uno de sus privilegiados propietarios con domicilio en el Reino Unido, está vendiendo uno de estos increíbles ejemplares, por una cantidad que ronda los €2.700.000. El deportivo en cuestión apenas tiene diez kilómetros, por lo que esta prácticamente nuevo, claro está, para quién tenga el dinero suficiente cómo para llevárselo a casa.