Fujifilm no quiere descuidar a su público más joven. Por eso ha renovado por tercera vez, la versión más básica dentro de la serie X, lanzando la Fujifilm X-A3: la cámara que apuesta por los selfies.
La Fujifilm X-A3 llega con algunas mejoras que potencian el modelo anterior. Se trata de una cámara sin espejo con un original toque retro, que apuesta por un nuevo sensor y una pantalla LCD táctil que se inclina 180 grados.
La nueva pantalla táctil permite una mayor funcionalidad a la hora de realizar selfies. Destaca por su excelente visibilidad y la sencillez de manejo. Simplemente con un leve movimiento de los dedos, podemos activar dos nuevos modos: Shoot Touch y Touch Zoom.
La empuñadura ha sido rediseñada para poder agarrar la cámara al revés. También se ha actualizado el enfoque automático, incluyendo un práctico detector de rostros para hacer más fácil los autorretratos.
Pero sin duda, el principal atractivo de la Fujifilm X-A3 es el nuevo sensor de fabricación propia. Estamos hablando del sensor APS-C tipo Bayer, de 24,2 megapíxeles, que probablemente se convierta en el próximo captador que integren los nuevos modelos de la marca.
Como no podía ser de otra manera, el nuevo sensor viene con todas las prestaciones que caracterizan a las cámaras Fujifilm: una espectacular reproducción de los colores y nada menos que 10 filtros como el ojo de pez, cross screen, tono dinámico o color pop, entre otros.
La X-A3 está hecha en aluminio, con revestimiento de una muy buena imitación de cuero, que le proporciona un tacto suave. Uno de los aspectos que más se ha cuidado, es la batería de bajo consumo, que nos permite sacar más de 400 fotos, sin que tengamos que preocuparnos de volver a cargarla.
Tampoco podía falta conectividad WiFi, para compartir nuestras fotografías desde el smartphone, a través de su correspondiente aplicación. Y por supuesto, permite grabar vídeos Full HD 1080/60p.
La nueva Fujifilm X-A3 está disponible en plateado y marrón, y se puede adquirir por 530 euros.